Las descalificaciones no se hicieron esperar, pues la oposición acusaba una elección por línea; hubo arrebatos, gritos y albures, como en mercado
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José Félix Cerezo Vélez fue electo como nuevo titular de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) Puebla, tras más de tres horas y media de discusión, que fue escalando de nivel hasta llegar a las descalificaciones, los insultos y hasta albures.
La sesión, digna de una continuación de ‘Los Verduleros’, con Alfonso Zayas, fue protagonizada por Héctor Alonso Granados, quien con picardía les preguntaba a sus compañeras morenistas que «¿de a cómo las naranjas», mientras Gabriel Biestro lo había acusado de confabulación con otros diputados bajo la modosita frase «¡Mencióname, manito!»
Calientan motores
La sesión inició a las 11:30 horas y el punto cuatro era la designación del titular de la CDH, cuya discusión llegó hasta las 15:00 horas.
Comenzó con un escrito de la bancada del PAN que señalaba violaciones en el proceso de selección, al hacer retroactivo el aplicar una evaluación cualitativa cuando la convocatoria sólo señalaba la evaluación cuantitativa de conocimiento.
La morenista Estefanía Rodríguez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Legislativo, defendió el proceso de selección de candidatos y aseguró que hubo transparencia y legalidad.
Sin embargo, el panista Oswaldo Jiménez arremetió, aseguró que «todo empezó bien y se volvió un cochinero».
Señaló que Mónica Silva, recibió una calificación de 96 puntos, ocupando el primer lugar de la lista, mientras que Félix Cerezo fue el peor con 75 puntos.
«Lo que tenían que hacer es lo que dice la convocatoria (…) lo que vino fue una serie de eventos torpes, desafortunados y sucios», declaró.
Haciendo uso del sarcasmo, señaló que las integrantes de la Comisión crearon un proceso matemático para sacar a los candidatos que debían ser. Entonces inventaron la evaluación cualitativa.
Así, explicó que Mónica Silva obtuvo 25 puntos y fue mandada al sexto lugar de la lista, mientras Félix Cerezo recibió 95 puntos y saltó del último al primer lugar, todos por promedio.
Jiménez López explicó que en otra subjetividad se decidió integrar la lista con los seis primeros, «curiosamente» dejando a Mónica Silva, extitular del Instituto Poblano de la Mujer, fuera de la contienda, porque tampoco se decidió por poner a los tres primeros hombres y mujeres.
En su turno, Héctor Alonso, el morenista, aunque expulsado de la bancada, advirtió que la verdad no es insulto y que el Congreso local es el mundo al revés.
Entonces desenfundó la espada y señaló: «Félix Cerezo es el peor evaluado pero empleado de Gabriel Biestro. Mucho guácala con su cuarta transformación».
Luego arremetió contra la morenista Tonantzin Fernández, a quien le criticó que esté evaluando al próximo titular de la CDH Puebla cuando no está titulada.
Y luego calificó de «borregos» a integrantes de las bancadas de Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES-PVEM), pues aseguró que votarán por consigna, porque «ya les dieron línea».
Así, llamó a los «diputados libres» a sufragar por Mónica Silva, Germán Molina, Martín Fuentes o cualquier otro, menos por la lista de propuestos por Gabriel Biestro.
«Actuemos con independencia. Defendamos a los poblanos, no a los arribistas que llegaron con una ráfaga de viento y con otra volverán al muladar del que no debieron de salir», concluyó.
Tocó el turno al petista José Juan Espinosa, quien comenzó exhibiendo los audios del gobernador Miguel Barbosa sobre sus polémicas declaraciones por las muertes de Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle, así como el caso de Juan Carlos Lastiri, además de recordar que el supuesto suicidio de Mauricio García León tras decidir revocar las patentes de notarías.
«En todos esos casos debió intervenir la CDH (…) La CDH debe frenar los excesos de quienes lo adulan (al gobernador), de la Fiscalía General del Estado, de quienes pretenden amordazar a medios (…) La CDH será operadora política-electoral para quien traiciona la cuarta transformación», apuntó.
Agregó que el objetivo es convertirla en oficialía de partes por parte del gobernador Miguel Barbosa, a quien le pidió que «abra los ojos» y le dijo que «no es Andrés Manuel López Obrador».
La morenista Bárbara Morán pidió evitar los insultos, aunque dijo que ello revela la formación ética de cada legislador.
Gabriel Biestro, líder de la bancada de Morena, dijo que ya es un déjà vu las mismas artimañas para atrasar las sesiones y los puntos a tocar.
La panista Mónica Rodríguez señaló que los diputados no conocen las cédulas de votación, pues están a resguardo de la Comisión de Derechos Humanos, entonces cuestionó la falta de transparencia y la falta de paridad de género.
Nora Merino, del PES, trató de defender el punto asegurando que ella y la diputada Tonantzin Fernández habían propuesto una lista de ocho candidatos, luego reviró a Oswaldo Jiménez al decirle que «cochinero» fue la designación de Adolfo López Badillo.
Así acabó la primera ronda de discusión, en la que también participaron Eruviel González, Marcelo García, Fernando Jara y Tonantzin Fernández.
«¿De a cómo las naranjas?»
En la segunda ronda todo se volvió un pleito de parecido a una verdulería.
Comenzó con un Oswaldo Jiménez apreciándole a Gabriel Biestro que lo que él califica como déjà vu en realidad es culpa de Morena, por su reiterada mal hechura legislativa.
Biestro contestó acusando que los diputados de oposición se ponen de acuerdo para solicitar el uso de la palabra por alusiones personales, ejemplificado ese pacto con la frase «¡Mencióname, manito!», que pronunciaba de manera desfachatada.
Y les auguró que el déjà vu que tendrán será en 2021, cuando vuelvan a perder las elecciones.
Esto desató la ira de Héctor Alonso, quien de inmediato respondió a lo que interpretó como un tono afeminado de Biestro diciéndole: «Aquí es de hombres… y mujeres libres».
Ello crispó los ánimos de las mujeres de la coalición Juntos Haremos Historia, acusando violencia política, aunque se contuvieron.
Pero Alonso Granados no se quedaría allí. Dijo que efectivamente, como habían dicho sus compañeros de partido, en el Congreso han hecho las cosas diferentes, pero para mal y por «fodonguez», además de reiterar que votan siguiendo la línea de Biestro y señalar que el hijo de la diputada con licencia, Leonor Vargas, había llegado con una pistola a interrumpir una asamblea de Morena…
Justo en ese momento fue interrumpido por legisladoras de JHH. A Nora Merino la llamó «foca aplaudidora», ello levantó los reclamos desde las curules, ante lo cual dijo que «esto no es mercado».
Ante el reclamo de la morenista Vianey García, Héctor Alonso sacó a relucir el barrio y le preguntó que «¿de a cómo las naranjas?». Luego la retó al decirle: «Bájame».
Ante un verdadero relajo de verdulería, la presidenta de la Mesa Directiva, la priísta Josefina García, pidió orden, solicitó leer los artículos que demandan respeto, le dio la palabra a Vianey García para una moción de orden y respeto, así como a Nora Merino quien le dijo a Héctor Alonso que no tiene valor.
La respuesta del controvertido diputado fue que le repusieran el tiempo que se perdió en la discusión. Gabriel Biestro se dirigía a Josefina García cuando Alonso Granados lo cayó y le dijo a la presidenta de la Mesa Directiva que él no es su patrón, que no le haga caso.
Y ya enfrascado con Biestro, le calificó como un «obediente y leal» del Poder Ejecutivo, artífice del hundimiento de la cuarta transformación en Puebla.
Al regresar a su lugar, tras las quejas que seguían por parte de las legisladoras, con mímica volvió a preguntar el costo de las naranjas, colocando sus manos a la altura del pecho.
Gabriel Biestro trató de calmar las aguas, pidiéndole a sus legisladoras que ya no contestaran y la sesión avanzara, pero la indignación pudo más, aunque contenida, y sí, hubo reclamos.
Como si no fuera suficiente, José Juan Espinosa volvió a tribuna, atacó a Biestro con su presunta irregularidad para acreditar residencia poblana, algo que no tenía nada que ver con la discusión, pero no podía desaprovechar la oportunidad.
Luego de ser reconvertido para centrarse en el tema, dijo que a ningún diputado le dieron los currículums de los candidatos a la CDH y pidió a la priísta Rocío García que diera su postura, porque el PRI se había quedado callado.
Y es que incluso el coordinador Nibardo Hernández ya había abandonado el Salón de Plenos, harto de la discusión. Obviamente, la legisladora se hizo de oídos sordos.
Estefanía Rodríguez subió otra vez a tribuna, pero en lugar de tranquilizar los ánimos, los encendió al criticar los calificativos empleados por la oposición, al asegurar que ellos eran quienes manchaban el proceso y que debían acostumbrarse a la cuarta transformación.
Desde su curul Héctor Alonso pidió hacer una pregunta, Estefanía Rodríguez la rechazó. El desaire dolió y el legislador fue por el micrófono, que arrebató de las manos a uno de los asistentes, sólo para darse cuenta que no le quitaron el volumen.
José Juan también le cuestionaba por la falta de experiencia de Félix Cerezo, al no acreditar los cinco años que marca la convocatoria, pero también rechazó la pregunta.
Sin embargo, en clara incongruencia Estefanía Rodríguez se dirigió al Pleno para asegurar que hay transparencia y que quien tenga alguna duda «se acerque y me pregunte «.
Biestro recorrió las curules de sus diputados, les pedía ya no atizar el fuego, pues el tiempo pasaba.
Así, a las 14:47 horas se declaró que el tema había sido discutido y se pasaba a la votación.
La no toma de protesta
Una nueva diferencia surgió entre los diputados, por la forma en que se votaría, pues, aunque sería secreta los votos no se depositarían en una urna, pero al final se accedió a ello.
El resultado fue el que se había anunciado como cantado: José Félix Cerezo Vélez tuvo 29 votos, Eusebio Arnulfo Cordero Méndez sólo uno, Rubén Alberto Curiel Tejeda no tuvo ninguno, María Elena Guerrero Flores sumó ocho, Omar Siddhartha Martínez Báez se fue en blanco y Justino Isaías Santos Valladares tuvo uno, además de un voto nulo.
De esta forma, Josefina García anunció un receso de 10 minutos para tomarle protesta a Cerezo Vélez, ante el señalamiento de la oposición de que si estaba presente es porque la elección ya estaba «amarrada».
Y es que efectivamente, el nuevo titular de la CDH había ingresado minutos antes al recinto, pero llevado por personal del mismo a la oficina de Gabriel Biestro, donde permaneció hasta terminada la reunión.
Ello debido a que al final se optó por citar al Pleno este jueves, a las 10:00 horas para la toma de protesta, pues siendo más de las 15:00 horas la sesión fue suspendida.
Varios minutos después, Félix Cerezo salió del Congreso del Estado argumentando que no los habían citado a tomar protesta, sino que sólo asistió a ver la sesión.
Así concluyó la actividad legislativa, una historia que bien podría llevar a la pantalla grande el actor Alfonso Zayas.