Una de las principales herencias del morenovallismo condujo a un grupo de jóvenes a versar sobre política y exmandatarios «preciosos»
Jaime López
-¡Otra vez vamos a llegar tarde!- refunfuñó el joven con anteojos de botella, quien reflejaba el anuncio de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) a través del cristal de sus lentes
-¡Pinche Moreno Valle, pinche Gali!- exclamó furioso el irritado usuario, el cual iba con dos compañeros de trabajo
Por la pinta de sus atuendos, se podía adivinar que ese trío trabaja en uno de los complejos de una famosa exhibidora cinematográfica del país.
-Tranquilo, wey- le dijo uno de sus colegas y «escuderos» -No creo que nos digan nada, además, deben saber que no somos los únicos a los que les pasa esto
-Así es, wey- interrumpió el otro -Sólo revisa el twitter, y verás que un chingo de gente los ha arrobado por su puto servicio…
No pasó mucho tiempo de ese último comentario cuando una unidad del RUTA arribó a la parada donde se encontraban.
El iracundo usuario con lentes de botella continuó con sus críticas hacia una de las principales herencias del exmandatario fallecido el pasado 24 de diciembre.
Dijo que al exsenador poblano no le bastó con causar caos en la capital, por sólo haber abierto dos líneas de metrobus que no han sido suficientes, sino que también le obligó a su «compinche», José Antonio Gali Fayad, enjaretar a la sociedad una tercera.
Al abordar el transporte en turno, los chavos en cuestión se acercaron a un señor que leía un periódico de circulación local.
Dicho periódico contenía información sobre Alberto Jiménez Merino, abanderado del PRI al gobierno del Estado, así como la amistad de éste con Mario Marín Torres, el de las botellas de cogñac.
-¡Esa es otra mamada del pinche Moreno Valle y su gente!- señaló el joven de lentes de botella a sus acompañantes -Los panistas tanto critican a los priistas, y el Moreno Valle nunco metió a la cárcel al «precioso»
Las declaraciones del joven llamaron la atención de algunos pasajeros y pasajeras, quizá porque, contrario a lo que muchos pensarían, sí hay millennials que saben quién es Marín y el porqué se volvió un apestado político.
Los jóvenes se bajaron en la parada localizada cerca de los cines del bulevard 5 de Mayo. Mientras tanto, el señor del periódico dejó a la vista la página que llamó su atención.
«Qué bueno que Mario Marín esté en el PRI, qué bueno que ya no tenga tentaciones de estar en otros lugares, qué bueno que Melquiades Morales vuelva a estar en el PRI y no tenga tentaciones de las amistades que tuvo con el morenovallismo», se alcanzaba a leer en el impreso.
«El héroe de la película» de regreso a su casa tricolor, el morenovallismo diluyéndose entre apretones y mentadas de madre, una ola guinda con tufos de antaño que se avizora cada vez más cerca…¡bajan, por favor!