
Andan sin ánimo los que ya no pueden respirar
Andan de prisa, buscando un poco de oxígeno
Se les está acabando en pequeños suspiros la vida
Nunca se detuvieron a respirar, no lo necesitaban
Paran en la esquina
Don Abrajan les vende litros de oxígeno
Que les duran unas horas
Antes era gratis
Hoy hacen filas para tenerlo
Los domingos es más caro
Don Abrajan está cansado
de atenderlos a diario
Les sube el precio,
porque teme enfermarse también
Los que ya no pueden respirar
Se enojan
Le piden compasión,
Don Abrajan les cierra la puerta
Y les recuerda que antes no pensaban igual
A veces baja la fila de relleno de tanques
Algunos se detienen a vender
Dicen que ya no los necesitan sus familiares
Unos mejoran otros pasan a mejor vida
El caso es que mejoran
Los que ya no pueden respirar
Se sientan en su auto
Se siente pesado
Llevan litros que serán horas vida
Lloran porque sus bolsillos no tienen dinero
Ahora tampoco hay gasolina
Los que ya no pueden respirar
No necesariamente necesitan el oxígeno
A veces lo llevan a otros en sus casas
Otros que aspiran lento y agonizan
Un virus mortal les cambió su destino
Les cerró las puertas de su tranquilidad
Les quita el aliento no solo a bocanadas
Piensan ¿cómo será su vida después?
Andan tristes y desanimados
Ya perdieron los otros tres sentidos
A veces les va bien y guardan la calma
Y es que los milagros les llegan
Cuando el ánimo se había extraviado.