El año pasado confirmó el buen momento creativo que vive la industria cinematográfica mexicana, integrada por una gran variedad de temáticas y estilos narrativos, los cuales abarcan géneros variopintos tales como los falsos documentales, el thriller, los dramas existencialistas y hasta híbridos destinados a audiencias no pasivas
Jaime López
Sin lugar a dudas, el 2020 fue un año sui generis para la exhibición fílmica nacional, no solamente por el cierre de cines con motivo de la pandemia, sino porque la gran mayoría de películas que se proyectaron lo hicieron a través de plataformas digitales.
En ese sentido, festivales como el de Morelia, Guadalajara o Ambulante pusieron a disposición de la comunidad cinéfila gran parte de sus programas que, en condiciones normales, hubiera sido imposible visualizarlos, o bien, solo se hubiera podido disfrutar una pequeña parte de ellos.
Asimismo, FilminLatino jugó un papel importante en la exhibición de películas que regularmente no cuentan con los recursos suficientes para orquestar una oportuna distribución en salas comerciales, permitiendo conocer propuestas de gran calidad a un accesible precio o de manera gratuita.
En resumen, el 2020 confirmó el buen momento creativo que vive la industria cinematográfica mexicana, integrada por una gran variedad de temáticas y estilos narrativos, los cuales abarcan géneros variopintos tales como los falsos documentales, el thriller, los dramas existencialistas y hasta híbridos destinados a audiencias no pasivas.
A continuación, los 20 largometrajes nacionales que, en consideración de esta casa editorial, la rompieron el año pasado, algunos de los cuales tendrán su estreno oficial este 2021.
20. «Mensaje interrumpido». El documental producido por Artículo 19 destaca por reflejar los riesgos que corren los periodistas menos mediáticos, que no tienen un posicionamiento nacional, pero que su labor es admirable y de alto riesgo, ya que están comprometidos con la difusión de temas espinosos.
19. «Rendez-vous». La ópera prima de Pablo Olmos Arrayales, presentada en los festivales de Mórbido y Macabro, mantiene la tensión de los espectadores a través de un solo plano secuencia y mediante las buenas actuaciones de sus protagonistas, Helena Puig y Antonio Alcántara, quienes dan vida a una potencial pareja, la cual esconde un oscuro secreto que le dará un vuelco a su relación.
18. «Toro entre aguas». La directora Muriel Escalera Pale construye un relato sensible sobre una polémica tradición celebrada en una comunidad de Veracruz, en donde la gente persigue y azuza a un toro sin remordimiento alguno. Esto le sirve a la realizadora para reflexionar sobre la violencia en contra de los animales y el lado salvaje de la humanidad.
17. «Blanco de Verano». Proyectada en el Festival de Morelia, la cinta en cuestión retrata los celos que siente un adolescente ante la llegada del nuevo novio de su mamá, creándose una lucha de poder entre ambos. Es oportuno agregar que el protagonista, el debutante Adrián Ross, logra soportar la historia con una fuerza interpretativa epidérmica, que le puede valer una nominación en la próxima entrega del premio Ariel.
16. «Hauchicolero». Otra ópera prima que goza de una buena manufactura técnica y narrativa. la cual aborda una de las causas principales por las que los jóvenes ingresan al crimen organizado: la pobreza. Mención especial para el rol de «Lalito», interpretado por Eduardo Banda, epítome de la ingenuidad trastocada por la falta de oportunidades en México.
15. «Rencor tatuado». En un ámbito repleto de héroes gringos y ciertamente fantasiosos, el realizador Julián Hernández logra posicionar a «Aída Cisneros», una heroína mexicana, que combate un problema real y vigente: la violencia de género. Sobresale por la portentosa interpretación de su estelar, Diana Lein, así como por las atinadas actuaciones de Mónica del Carmen y César Romero Medrano.
14. «Dibujos contra las balas». Emotivo documental de Alicia Calderón, que retrata la manera en que diferentes mujeres del norte del país ayudan a reconstruir el tejido social de una comunidad a través de la instalación de refugios infantiles. Destacan los testimonios desgarradores compartidos por sus protagonistas, niñas y niños cuyas familias fueron víctimas del crimen organizado.
13. «Clases de historia». El director Marcelino Islas Hernández erige un sencillo, pero profundo relato sobre emancipación femenina, en donde «Verónica», una maestra sexagenaria, ve trastocada su rutina tras la llegada de “Eva», estudiante de nuevo ingreso que vive su sexualidad sin tapujos. Definitivamente, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) le quedó a deber un premio a Verónica Langer en la categoría de mejor actriz por su valiente interpretación.
12. «Las tres muertes de Marisela Escobedo». ¿Existe la justicia en un país como el nuestro? No, según el documental de Carlos Pérez Osorio, que recupera el caso de Marisela Escobedo, aquella madre de acero que hace una década se manifestó a las afueras del Palacio de Gobierno de Chihuahua, para exigir justicia por el feminicidio de su hija Rubí. Es oportuno agregar que el filme en turno cuenta con un riguroso trabajo de investigación, lo que le otorga un valor inigualable.
11. «El diablo entre las piernas». Crudo retrato sobre el machismo y la violencia de género al estilo de Arturo Ripstein y Paz Alicia Garciadiego, creativos acostumbrados a indagar en la podredumbre humana. Sylvia Pasquel se anota una de las mejores actuaciones de su carrera, mientras que Alejandro Suárez encarna de manera natural la doble moral de los hombres celosos mexicanos.
10. «Danyka, Mar de fondo». Lo que pudo haber sido una polémica historia tipo Lolita, se convierte en un filme metafórico sobre la crisis e insatisfacción de un hombre maduro (ojo a la escena inicial y las secuencias de los mingitorios). Asimismo, Demián Bichir demuestra su talento al construir de manera orgánica un personaje contenido, en tanto que algunos diálogos resultan interesantes y reflexivos.
9. «La mami». Con su segundo largometraje documental, la realizadora Laura Herrero Garvín se adentra a un mundo generalmente estigmatizado por la sociedad, el referente a las ficheras. Su mirada íntima, en donde por momentos parece que no existe la cámara, también refleja la sororidad surgida entre un grupo de mujeres marginadas, inmersas en un espacio hostil.
8. «Conversaciones». El filme de Eduardo M. Clorio indaga en los secretos y errores familiares que se van heredando de generación en generación, esto, a través de diferentes historias cruzadas en las que se abordan temas universales tales como el engaño, la venganza, la indiferencia humana, las relaciones de pareja y los miedos individuales. Ojo a las actuaciones de Pía Watson, Fernanda Tovar, Alberto Estrella y Michele Abascal.
7. «Hijos de monarcas». La identidad trastocada por una tragedia familiar, así como la reconciliación con el pasado para poder evolucionar. De esto y más habla el emotivo largometraje dirigido por Alexis Gambis, el cual goza de epidémicas actuaciones por parte de Tenoch Huerta, Noé Hernández y Gabino Rodríguez.

6. «¡Ánimo juventud!». Exhibida en el Festival de Morelia 2020, este relato es una oda a la juventud, que cuestiona en clave de comedia los prejuicios en contra de este sector, los cuales suelen ser promovidos por adultos engreídos e hipócritas. Destaca su fresca narrativa y algunas interpretaciones (Daniela Arce y Mario Palmerin), así como su escena final.
5. «Los lobos». La nueva película de Samuel Kishi refleja parte de las consecuencias de la migración forzada, pues tiene como protagonistas a un par de niños y una madre soltera que llegan a Estados Unidos tratando de dejar su pasado familiar. Pese a echar mano de algunos convencionalismos, la historia sobresale por su sencillez y por crear universos imaginarios de manera ingeniosa, desde el encierro. Por su parte, Martha Reyes brinda una sólida interpretación.
4. «Vaquero de mediodía». Aunque el nuevo trabajo de Diego Enrique Osorno surge de un pulso personal del realizador, poco a poco su historia enfocada en un caso particular se convierte en una radiografía sensible sobre algunos de los sectores marginados por la sociedad, quienes también pueden ser considerados ‘poetas de la vida’, aunque no escriban versos o libros, debido a los sufrimientos que padecen. Igualmente, el también periodista muestra la podredumbre de las élites culturales.
3. «Ya no estoy aquí». En medio de cumbias rebajadas, bailes urbanos y la repetición de la palabra ‘vergas’, la película ganadora del Ariel 2020 refleja cómo el crimen organizado puede romper los grupos sociales más unidos. Asimismo, el me traje en cuestión aborda sin maniqueísmos la discriminación de la que son objeto cierto grupo de jóvenes por su apariencia física, pero lo hace poniendo énfasis en que dicha discriminación proviene de los propios connacionales, lo que deja ver una enérgica autocrítica hacia los residentes del territorio mexicano.
2. «Sanctorum». El relato fantástico del poblano Joshua Gil, con claras influencias del cine hecho por Terrence Malik, es dueño de un engranaje perfecto, pues cada pieza (música, fotografía, arte y dirección) está al servicio de la historia. Igualmente, la naturaleza juega un papel relevante en esta obra sobre la violencia que azota las comunidades rurales.
1. «Sin señas particulares». Desgarrador es el mejor término para describir este filme comandado por Fernanda Valadez, el cual retrata la incansable búsqueda de una mujer por su hijo, desaparecido en su periplo hacia Estados Unidos. Ojo al guion coescrito por Astrid Rondero («Los días más oscuros de nosotras»), el cual es dueño de un timing perfecto y exento de amarillismos. Aunado a esto, la interpretación de Mercedes Hernández resulta excelsa.