A Francisco la vida le cambió este año por la pandemia, un 2020 que culmina con la imposibilidad de hacer su viaje a pie a la Basílica de Guadalupe, tras 15 años ininterrumpidos de recorrido

Hace un año, Francisco Muñoz Díaz organizó y guio a un grupo de 16 peregrinos para llegar caminando a la Basílica de Guadalupe, desde San Baltazar Campeche –en la capital poblana–. A sus espaldas el grupo llevaba una imagen de La Morenita del Tepeyac.
Hoy la situación es diferente: no habrá peregrinación, ni misa o un rosario para esa imagen, su capilla en la esquina de avenida Guadalupe Victoria y calle Ejido no fue arreglada este año, porque el comité que recauda fondos para pintarla y decorarla no actuó, por lo mismo de la restricción de salud por la pandemia de coronavirus.

Este año no le arreglaron nada, porque no va a haber nada. No van a hacerle fiesta, ni toritos, nada a diferencia de otros años. Va a estar muerto acá. Por la pandemia no se van a atrever, no hay movimiento de las personas que organizan… igual porque el gobierno dijo que iba a quitar todo”, dijo para NG Noticias.
—NG: ¿Te afecta el no ir este año en peregrinación?
Francisco Muñoz Díaz: Ir es una satisfacción muy grande, pero no me afecta quedarme. Es lo mismo allá que acá en la casa, el chiste es celebrarle el día a la Virgen de Guadalupe. Tenía 15 años continuos de ir, pero por la pandemia este año no vamos, pero la fe sigue intacta.
La verdad es que sí pensábamos en ir, pero no nos animamos porque no va a ir mucha gente, eso va a generar asaltos en los cerros, por eso más que nada es que no se puede ir, por la inseguridad, no tanto por la pandemia, porque vas caminando y rosas con nadie.
Nosotros habíamos pensado llegar a la Basílica, no entrar, porque va a estar cerrada, sólo llegar y regresarnos luego-luego, pero como van a ser pocos los peregrinos este año, los que se atrevan a ir, se presta a que te asalten mientras cruzas los cerros.
Además, lo más seguro es que nos regresen en las casetas.
¿Qué les dirías a quienes sí van a ir?
Que no fueran. No por un año va a cambiar la cosa, para qué expones tu vida por algo material, porque hay gente que no tiene escrúpulos y te matan por quitarte un celular. Mejor quedarse en casa, pues lo que importa es estar con la Virgen.
¿Cómo te impactó este año la pandemia?
Pues triste de no salir y lo que implica. Yo dependía de mi trabajo en un salón de fiestas y me iba bien, pero desde marzo lo cerraron, así que la pandemia me dejó sin trabajo, ahí sufriendo.
Confío en que va a pasar esto y va a cambiar todo, pero sí me dejó muy mal económicamente. Ahora vivo de trabajos de plomería que van cayendo una vez a la semana y con eso nos vamos yendo.
El próximo sábado, cuando sean los festejos para la Virgen de Guadalupe, ¿Qué vas a pedirle?
Voy a pedirle a mi madrecita que ya levanté la pandemia, que ya pare esta enfermedad, para estar bien, como era antes, porque sí nos cambió la vida a todos el estar encerrados.

Festejo virtual
Para este año, la Basílica de Guadalupe, donde es resguardado el ayate de san Juan Diego, a quien el 12 de diciembre de 1531 se le apareció la Virgen María, quien le dio un mensaje para el obispo Juan de Zumárraga: que le erigieran un templo.
El obispo le pidió al indígena pruebas de lo que decía, así que volvió al cerro del Tepeyac, donde la Virgen le pidió cortar rosas, ponerlas en su ayate y llevarlas ante el líder religioso, momento en el cual quedó la imagen de La Morenita que, 489 años después, sigue siendo venerada.

Pero, ante la realidad de la pandemia de coronavirus, la Basílica Guadalupana será cerrada desde el jueves 10 al domingo 13 de diciembre, por lo que la Arquidiócesis Primada de México y la Secretaría de Gobernación llamaron a los fieles a seguir los festejos por www.virgendeguadalupe.org.mx, así como por canales de televisión abierta.
Más aún, a través de diversos medios de comunicación nacionales se inició una campaña para recibir a la Virgen en casa, invitando a las familias a rezar el rosario en sus hogares y no acudir a los templos, para evitar aglomeraciones.

En Puebla, la Arquidiócesis informó desde el 23 de noviembre, a través de un comunicado, que: “Los párrocos tienen ya conocimiento que en ningún caso la Iglesia organizará verbenas populares, kermés, eventos culturales, peregrinaciones, procesiones o cualquier otro evento que pueda implicar aglomeraciones”.
Solamente se podrán celebrar las eucaristías o rosarios, guardando todas las medidas sanitarias conocidas: respetar el aforo máximo de cada templo, uso de gel antibacterial, guardar la sana distancia, medir la temperatura corporal al ingreso y desinfectar las instalaciones después de cada misa”.

El año pasado a la Basílica de Guadalupe llegaron casi 11 millones de peregrinos, es decir 8.8 por ciento de los 125 millones de habitantes del país. Este año, la pandemia hará que el Tepeyac esté solo, pero la fe estará intacta y, seguramente, millones tendrán una petición en común: “madrecita, ya levanta la pandemia”.