Más de un millón de estudiantes poblanos de nivel básico y media superior, se incorporan nuevamente al sistema educativo en modalidad a distancia con las dificultades que ello refiere

Este lunes más de 1.7 millones de alumnos de nivel básico y educación media superior, regresarán a clases en Puebla, pero no así a las aulas…otra vez.
La pandemia por coronavirus se encuentra en un nivel de alto riesgo en la entidad, lo que ha obligado a extender el periodo de confinamiento hasta el 25 de enero y ha dejado la posibilidad de regresar a los salones de clases como una quimera.

Con ello la escuela en casa se mantiene -ya casi desde hace un año- como la nueva normalidad, que una de dos realidades en el Estado: la de la educación a distancia para quienes tienen internet y la que viven aquellos con recursos económicos limitados.
El secretario de Educación estatal, Melitón Lozano, reveló que únicamente del 30 al 40 por ciento de escuelas cuentan con plataformas digitales, tales como Classroom y WhatsApp, mientras muchos otros trabajan con libros de texto o guías impresas entregadas por la Secretaría de Educación.

Para aquellos de mayores recursos regresan los momentos de voces empalmadas haciendo eco al mismo tiempo, los ruidos en el fondo, las imágenes congeladas y las fallas de audio.
Si bien, esto es un reto para los estudiantes y padres de familia, también lo es para los maestros, ya que ofrecer el mismo aprendizaje que en las aulas a través de una pantalla, sigue siendo un constante desafío.

En la entidad poblana los docentes convirtieron sus hogares en espacio de trabajo desde donde imparten clases virtuales, con el reto de generar un aprendizaje significativo.
La maestra Sandra Rodríguez, docente del nivel media superior en escuela pública, compartió́ con NG noticias la travesía que ha sido dar clases de manera virtual. Pese a que ahora ya se encuentra más familiarizada con las herramientas a comparación del mes de marzo, este nuevo ciclo escolar también presenta retos en cuanto a brindar una enseñanza de calidad y mantener involucrados a los alumnos y padres de familia en esta nueva forma de aprendizaje.
Pese a que ahora la maestra tiene el dominio de la plataforma Únete, Classroom y Google Meet, comentó que la institución sigue sin capacitarlos para usar estas herramientas.

En este ciclo 2021-2022, la docente dará́ clases a más de 40 alumnos por salón, a nivel primero de secundaria, mientras que grupos de segundo y tercero nivel son conformados por 48 estudiantes por aula; ante esta situación reveló que el 50 por ciento de la plantilla se conecta a las clases, esto debido a que muchos de ellos no cuentan con acceso a internet, o la atención de padres es nula para que los estudiantes mantengan un buen desempeño.
Finalmente dijo que, así́ como los alumnos, también espera con ansias el regreso a las aulas, sin embargo, señaló que esto pinta un futuro lejano.
Cuando se regresé a clases será complicado para ellos, pero también para nosotros como docentes, volvernos a enrolar en este sistema presencial, que es lo mejor porque en línea no se enseña igual, no se aprende igual, aunque intentas implementar todas las estrategias hay alumnos que no tienen interés”.

Otro de los retos para la maestra Sandra, ha sido mantener motivados a sus alumnos, así́ como involucrar a los padres en su aprendizaje.
Tengo una alumna que vive con su abuela, su papá vive en Estados Unidos y ha sido un reto involucrar a la chica en la dinámica escolar, porque además está desmotivada, deprimida, he tenido llamadas con el papá y él hace lo que puede desde donde está y yo desde donde estoy para sacarla adelante”.

La otra cara de la educación
Si bien, la enseñanza a distancia es un desafío para todos los docentes, también existe la otra cara de la educación privada, en donde alumnos y maestros trabajaban con plataformas digitales, sin embargo, el reto sigue siendo el mismo: brindar educación de calidad.
En esta casa editorial también tuvimos la oportunidad de entrevistar a Martha Lara, directora de una academia militarizada en la entidad poblana, en donde no ha sufrido los mismos estragos que las escuelas públicas.

Los efectos de la crisis resonaron de igual manera, tanto en escuelas privadas como públicas, pues en el caso de esta academia, actualmente se tiene un decremento en la matrícula estudiantil de aproximadamente 50 por ciento.

En comparativa a la escuela pasada, la falta de asistencia de los alumnos a las clases en línea se da más por desinterés de los alumnos que por problemas de falta de internet o contar con un dispositivo electrónico para ingresar.
También la directora de la institución manifestó́ que, al contar con ocho o 10 alumnos por clase, la participación y mantener el ritmo de aprendizaje en el mismo nivel es mucho más sencillo para los docentes.
Pese al incremento de posibilidades y herramienta que tiene una institución privada, el reto en materia de educación en esta nueva modalidad sigue siendo el mismo, mantener la motivación del alumno para ingresar a clases y ofrecer un aprendizaje significativo, pese a la distancia.

Esta situación también está demostrando la importancia de la escuela como espacio social, ya que no se puede sustituir con nada, e igualmente se está resignificando el papel del docente. Maestras como Sandra y Martha son muestra de cómo los docentes mexicanos están capacitándose de manera personal para a su vez lograr que los niños aprendan.
Hasta este momento no hay certeza de cuándo será el regreso presencial a clases, aunque este lunes la actividad del nuevo ciclo inicia en aulas en dos estados que permanecen en verde en el semáforo epidemiológico: Campeche y Chiapas.
