En medio de la crisis sanitaria más grande de los últimos tiempos, López Obrador ha tenido un margen de acción que ningún otro presidente, aunque aún no se sabe si el destino será positivo o no

Una de las frases más polémicas del presidente Andrés Manuel López Obrador, el 2 de abril de 2020, fue: “Nos vino esto (la pandemia de Covid-19) como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación”.

Este martes, 1 de diciembre, López Obrador cumple dos años en el gobierno federal, con una crisis sanitaria que comenzó con el primer caso de coronavirus registrado el 28 de febrero, que para abril fue denominada “transitoria”, que ha durado hasta nuestros días y suma más de 105 mil muertos reconocidos oficialmente.
Ello ha derivado en una crisis económica que se puede ver reflejada en la caída del Producto Interno Bruto (PIB), que tiene como principal rasgo el cierre de miles de negocios, en especial las micro y pequeñas empresas, a lo largo del país.

Al inicio de año, AMLO indicó que la economía avanzaría gracias al nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), pero con el coronavirus y la aplicación de la jornada de sana distancia el PIB cayó 18.7 por ciento tras el primer semestre del año.
A ese ritmo, los pronósticos para la economía mexicana era cerrar 2020 con -12 por ciento del PIB, pero la semana pasada el Banco de México (Banxico) previó que la recesión sería menos severa, con -8.7 a -9.3 por ciento de caída.
En comparación con el expresidente Enrique Peña Nieto –que ha sido tachado de corrupto y cuyas investigaciones por el caso Odebrecht y La Estafa Maestra tienen en jaque a varios exfuncionarios– el Producto Interno Bruto en 2014 (segundo año del priísta) creció 2.8 por ciento.

Otro punto afectado también fue la generación de empleo, pues los puestos creados cayeron 27 por ciento, superando el 1.1 millones de puestos perdidos, aunque el presidente ha insistido en que desde agosto la tendencia es a la creación con 80 mil puestos mensuales.
En contraste, el gobierno de Enrique Peña terminó con más de cuatro millones de puestos laborales generados, una cifra alta tomando en cuenta que los dos gobiernos panistas entre 2000 y 2012 (Vicente Fox y Felipe Calderón) fueron 3.5 millones.
En contraste, el punto positivo para el actual gobierno fue que a inicios de año se dio el mayor incremento al salario mínimo, que fue de 20 por ciento, para llegar a 123 pesos diarios.

En inseguridad, 2019 significó el año más violento en la historia de México con 36,661 víctimas de homicidio, conforme datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Para este 2020, el gobierno federal prevé un nuevo récord de homicidios dolosos con una proyección de 40,863 asesinatos, ello pese a que la pandemia de Covid-19 mantuvo a miles de familias encerradas en sus casas. En el segundo año de Enrique Peña, la cifra de homicidios fue de 20,010, es decir que el gobierno de AMLO lo duplicaría.

En marzo, justo en el inicio de la pandemia, el peso llegó a sobrepasar la barrera de las 25 unidades, aunque hoy la moneda nacional ronda los 20 pesos por dólar. Al cierre de 2014, con Peña Nieto, el peso mexicano perdió 11.24 por ciento de su valor para estacionarse en 14.74 unidades por dólar.
Después de sesionar durante 19 horas, legisladores de la Cámara de Diputados aprobaron la madrugada de este jueves la extinción de 109 fideicomisos.
Para el cerrar el segundo año de gobierno de López Obrador, dos hechos lo han marcado. En primer lugar, la extinción de 109 fideicomisos, que significan 68 mil 400 millones de pesos.

La intención de la administración es gestionar y designar directamente esos recursos, bajo el argumento del combate a la corrupción, algo protestado por la oposición y, en especial, al señalar actos irregulares de algunos funcionarios federales, entre ellos el exgobernador poblano Manuel Bartlett Díaz, quien no trasparentó del todo su declaración patrimonial, aumentó la tarifas de luz durante la pandemia y su hijo León Bartlett fue señalado por vender ventiladores al IMSS para la atención de pacientes graves de Covid-19 a casi el doble de su precio comercial.
El otro hecho son las recientes inundaciones en el país, pero en especial en Tabasco, la tierra natal del presidente Andrés López, donde se tomó la decisión de desfogar la presa Peñitas. El propio mandatario reconoció:
Tuvimos que optar entre inconvenientes: no inundar Villahermosa y que el agua saliera por las zonas bajas, desde luego se perjudicó a los más pobres, pero teníamos que tomar una decisión”.

Así concluye el segundo año de gobierno de López Obrador, que enfrentará junto con su partido Morena, en 2021, el juicio de la gente en las urnas.
